Ciudad Fénix

La primera escultura de La Unión y el Fénix, símbolo de un imperio inmobiliario que se extendió por numerosas ciudades de España y el extranjero, se «deshizo» en 2018. En los años 40, en su apogeo, la aseguradora realizó una maqueta promocional donde reunía, en una ciudad ficticia, una parte de todos los 86 inmuebles de su propiedad. Se llamó «Ciudad Fénix». A lo largo de avenidas, parques, colinas y paseos marítimos se reúnen las construcciones destinadas a ser el emblema de sus respectivas ciudades. Está lo mejor de París, de Barcelona, de Sevilla, de Valencia, de Tetuán. Es una ciudad compuesta sólo de hitos; casi todos, además, caracterizados por la escultura del ave y el muchacho. Pero el conjunto resulta sorprendentemente frío. Nada queda en él ajeno al control de la compañía: todo está asegurado. No hay lugar a la sorpresa, porque no hay lugar a la catástrofe.

Paul Alglave, citado en un libro de 1944 de La Unión y el Fénix, dice que «el seguro es, precisamente, lo contrario del juego». Presentamos aquí, por lo tanto, lo contrario al seguro: un juego. A partir de una tirada de postales editada por la compañía en 1949 donde aparecen diferentes vistas de la maqueta de Ciudad Fénix, hemos intentado recrear la urbe ficticia en 3D, abriéndola al paseo, a la exploración y al encuentro virtual. Para ello ha sido necesario, en primer lugar, reconstruir el patrimonio inmobiliario de la aseguradora en los años 40, e identificar y documentar cada uno de los edificios reales presentes en Ciudad Fénix. Jugando con la fantasía grosera de la ciudad-monopolio queremos pensar otras formas de organizar el espacio.

Este juego ha sido realizado por Clara Harguindey y Juan de Salas.